domingo, 1 de mayo de 2011

VIDEOS MUSICALES 2011

Coldplay es una banda británica de rock alternativo, formada en Londres en 1996. Aquí les dejamos un video de la canción "Fix you" de esta famosa banda.


"Who's That Chick?" es una canción del disc jockey francés David Guetta con la voz de la cantante barbadense Rihanna. Fue lanzado como descarga digital en iTunes en la mayoría de los países el 22 de noviembre de 2010 como el primer sencillo de la próxima re-edición de su álbum "One Love" titulada "One More Love". La canción también fue utilizada para una campaña de Doritos. ¡Aquí les dejamos el video!

Phoenix es un grupo francés de rock alternativo de vertiente Underground formado a finales de los años 90 en Versalles, Francia. Una de sus canciones más famosas y recientes es "Lizstomania", ahí les va su videoclip.



Celebrarán Festival Internacional de Narración Oral ContArte

AIN

El Festival Internacional de Narración Oral ContArte, un puente de palabras, se celebrará del dos al ocho de mayo en La Habana, informó Elvia Pérez, presidenta de la cita.

La directiva añadió que a los artistas rioplatenses y al planeta Tierra está dedicado el encuentro, en el cual participarán narradores orales de Argentina, Canadá, Chile, Colombia, México, Uruguay y Cuba.

Expresó que Argentina participa con una amplia delegación, en la cual destaca el joven narrador oral Claudio Ledesma, director del Festival y foro teórico Te doy la palabra, que se desarrolla en 17 departamentos del país sudamericano.

30/04/2011



Flavio Rodriguez

Entrevista al novelista Kenzaburo Oé, premio Nobel de Literatura en 1994

-En su opinión, ¿qué significado tiene la catástrofe que está viviendo Japón dentro de la historia moderna?

-Desde hace unos días, los periódicos japoneses solo hablan de la catástrofe que estamos viviendo y la casualidad ha querido que uno de mis artículos, escrito la víspera del seísmo, se publicara en la edición vespertina del diario Asahi el 15 de marzo. En él evocaba la vida de un pescador de mi generación que había sido expuesto a radiación en el transcurso de una prueba de la bomba de hidrógeno en el atolón de Bikini. Yo lo conocí con 18 años. A partir de ese momento dedicó su vida a denunciar el engaño del mito de la fuerza de disuasión nuclear y la arrogancia de los que defienden su uso. ¿Sería un oscuro presagio el que me impulsó a evocar a aquel pescador justamente el día antes de la catástrofe? Lo cierto es que él había luchado también contra las centrales nucleares y había denunciado los riesgos que presentan.
Llevo mucho tiempo dándole vueltas al proyecto de revisar la historia contemporánea de Japón tomando como referencia tres grupos de personas: los fallecidos en los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki, las víctimas de la radiación de Bikini (uno de cuyos supervivientes fue ese pescador) y las víctimas de las explosiones en las centrales nucleares. Si analizamos la historia de Japón desde el punto de vista de estos fallecidos, víctimas de la energía nuclear, su tragedia queda de manifiesto.



El Atolón Bikini es famoso por las pruebas nucleares norteamericanas que se llevaron a cabo en él. Como parte de los Territorios de Prueba del Océano Pacífico, fue un sitio donde se probaron más de 20 bombas de hidrógeno y atómicas entre 1946 y 1958.


Hoy comprobamos que el riesgo de las centrales nucleares se ha hecho realidad. Sea cual sea el aspecto de la catástrofe que estemos descubriendo (y con todo el respeto que siento por los esfuerzos humanos desplegados para ponerle freno), su significado no da lugar a ninguna ambigüedad: la historia de Japón ha entrado en una nueva fase y, una vez más, estamos sometidos a la mirada de las víctimas de la energía nuclear, de esos hombres y mujeres que han dado prueba de un gran valor en su sufrimiento. La lección que podremos extraer del desastre actual dependerá de la firme resolución de no repetir los mismos errores por parte de aquellos a los que se les ha concedido el derecho de vivir.


-Esta catástrofe aúna de manera dramática dos fenómenos: la vulnerabilidad de Japón a los seísmos y el riesgo que presenta la energía nuclear. El primero es una realidad a la que este país lleva enfrentándose desde la noche de los tiempos. El segundo, que amenaza con ser todavía más catastrófico que el seísmo y el tsunami, es obra del hombre. ¿Qué sacó en claro Japón de la trágica experiencia de Hiroshima?


-La importante lección que debemos extraer del drama de Hiroshima es la dignidad del hombre, tanto de aquellos y aquellas que murieron al instante como de los supervivientes, afectados en carne propia, y que durante años tuvieron que soportar un sufrimiento extremo que espero haber podido plasmar en algunos de mis escritos.
Los japoneses, que conocieron el fuego atómico, no deben plantearse la energía nuclear en función de la productividad industrial, es decir, no deben tratar de extraer de la trágica experiencia de Hiroshima una receta para el crecimiento. Al igual que en el caso de los seísmos, los tsunamis y otras calamidades naturales, hay que grabar la experiencia de Hiroshima en la memoria de la humanidad: es una catástrofe aún más dramática que las naturales porque la provocó el hombre. Reincidir, dando muestras con las centrales nucleares de la misma incoherencia respecto a la vida humana, es la peor de las traiciones al recuerdo de las víctimas de Hiroshima.
El pescador de Bikini al que he mencionado anteriormente no dejó de exigir la abolición de las centrales nucleares. Una de las grandes figuras del pensamiento japonés contemporáneo, Shuichi Kato (1919-2008), hablando de las bombas atómicas y de las centrales nucleares sobre las que el hombre pierde el control, recordaba la célebre expresión de una obra clásica, Almohada de hierbas, escrita hace 1.000 años por una mujer, Sei Shonagon. La autora evoca algo que al mismo tiempo parece muy lejano, pero que en realidad nos queda muy cercano. Una catástrofe nuclear parece una hipótesis lejana, improbable, pero siempre nos acompaña.


-Más de 60 años después de su derrota, parece que Japón ha olvidado los compromisos que adquirió entonces: el pacifismo constitucional, la renuncia a la fuerza y tres principios antinucleares. ¿Piensa que el desastre actual despertará una conciencia contestataria?


-Cuando se produjo la derrota de Japón, yo tenía 10 años. Un año después se promulgó la nueva Constitución y al mismo tiempo se aprobó la ley marco sobre la educación nacional, una especie de reformulación en términos más sencillos de la Ley Fundamental destinada a que los niños la entendieran más fácilmente.
Durante los 10 años que siguieron a la derrota, siempre me pregunté si el pacifismo constitucional, un elemento del cual es la renuncia al recurso a la fuerza, y luego los tres principios antinucleares (no poseer, no fabricar y no utilizar armas atómicas), reflejaban bien los ideales fundamentales del Japón de posguerra. (…)
Japón reconstituyó progresivamente una fuerza armada mientras que los acuerdos secretos con Estados Unidos permitieron la introducción de armas atómicas en el archipiélago, vaciando de sentido los tres principios antinucleares oficialmente anunciados. Esto no quiere decir, sin embargo, que no se tuvieran en cuenta los ideales de los hombres de la posguerra. Los japoneses habían conservado el recuerdo de los sufrimientos del conflicto y de los bombardeos nucleares. Los muertos que nos miraban nos obligaban a respetar esos ideales. El recuerdo de las víctimas de Hiroshima y de Nagasaki nos ha impedido relativizar el carácter pernicioso de las armas nucleares en nombre del realismo político. Nos oponemos a ellas. Y al mismo tiempo, aceptamos el rearme de facto y la alianza militar con Estados Unidos. Ahí es donde reside toda la ambigüedad del Japón contemporáneo.



El dolor de una bella Fukushima: "Es esperable que el accidente nuclear permita a los japoneses
reencontrarse con los sentimientos de las víctimas de Hiroshima y de Nagasaki y reconocer el peligro
de todo lo nuclear".


Con el correr de los años, esta ambigüedad, fruto de la coexistencia del pacifismo constitucional, del rearme y de la alianza militar con Estados Unidos, no ha hecho más que reforzarse ya que no dimos ningún contenido conciso a nuestros compromisos pacifistas. La confianza total de los japoneses en la eficacia de la
fuerza de disuasión estadounidense permitió que la ambigüedad de la posición de Japón (país pacifista bajo el paraguas nuclear estadounidense) se convirtiera en el eje de su diplomacia. Una confianza en la fuerza disuasoria estadounidense que iba más allá de las divisiones políticas y que fue reafirmada por el primer ministro demócrata, Yukio Hatoyama, con ocasión del aniversario, en agosto de 2010, del bombardeo atómico sobre Hiroshima, mientras que el representante estadounidense subrayó más bien en su alocución los peligros de este arma.
Podemos esperar que el accidente de Fukushima permitirá a los japoneses reencontrarse con los sentimientos de las víctimas de Hiroshima y de Nagasaki y reconocer el peligro de todo lo nuclear, del que tenemos nuevamente ante nuestros ojos un trágico ejemplo, y poner fin a la ilusión de la eficacia de la disuasión preconizada por las potencias que disponen del arma atómica.


-Si tuviese que contestar a la pregunta que plantea el título de uno de sus libros, Dinos cómo sobrevivir a nuestra locura, ¿qué diría hoy?


-Escribí ese libro cuando había alcanzado la llamada edad de la madurez. Estoy en lo que llaman la tercera edad y estoy escribiendo “una última novela”. Si logro sobrevivir a la locura actual, el libro que terminaré empezará con una cita del final de El infierno de Dante que dice más o menos: “Y después saldremos para volver a ver las estrellas”.



Flavio Rodriguez

El mar color de vino de Leonardo Sciascia

Leonardo Sciascia
Buenos Aires.
Leonardo Sciascia ( Racalmuto, Sicilia,1921- Palermo,1989) es, sin lugar a dudas, el más destacado escritor italiano de posguerra, autor de catorce novelas, relatos, críticas literarias y ensayos. Tal vez su obra más conocida y la que más contribuyera a su notoriedad sea Todo Mundo (1974), en la misma ya se trataban episodios de la política siciliana -tema que constituye el corpus fundamental de toda su obra- relatados en forma casi testimonial. No se debe olvidar que Sciascia pasó la mayor parte de su vida bajo el gobierno de Mussolini y que fue un declarado antifascista y crítico feroz del régimen totalitario.
También en este volumen que contiene treinta relatos seleccionados por él mismo, escritos en el período comprendido entre 1959 y 1972, las diferentes formas de la vida siciliana de entonces se muestran desde distintas ópticas. En todas las historias hay un hilo conductor que, aunque de temática heterogénea, lleva al lector a recorrer paisajes y personajes que conformaron el marco vivencial del autor. Sicilia, sus aldeas, sus pobladores, son el fondo y el espejo de estas historias bellas y conmovedoras. Las características de la sociedad siciliana son vistas bajo una lente que pone de manifiesto una concepción peculiar de la vida y de las relaciones humanas, que llevan a poner en el centro de sus aspiraciones la defensa del honor, la unidad, el respeto y el amor a la familia, no perdonando en ninguno de los casos infidelidades ni traiciones. Características todas que suelen presentar aspectos contradictorios, dando lugar a las distintas familias o mafias, formas de vida que intentó comprender desde el dolor que le producían. Traza entonces Sciascia, con crudo realismo, el poder y la corrupción de su Sicilia natal, revistiendo a veces su enfoque de cierta bohomía y hasta de un ligero tono irónico, e introduciendo modismos dialectales que enriquecen la narración. En estos treinta relatos logra Sciascia- con la maestría innegable que ya le conocemos- brindar un panorama minucioso de una tierra tan misteriosa y bella como plena de complejidades.
Se destaca en este volumen precisamente el relato que da título al libro, El mar color de vino. Aquí el autor comienza relatando un viaje desde Roma a la Isla de un ingeniero italiano que no ha conocido anteriormente Sicilia. En este trayecto el personaje central traba relación con una familia típica de la isla y en el viaje -que por distintas razones se prolongará varias horas- va experimentando (a través de la charla con sus compañeros circunstanciales) distintas sensaciones y emociones que lo ubican en una realidad que desconoce y lo sorprende. Es precisamente esta situación la que el autor aprovecha para mostrar un panorama de la tierra que ama e intenta comprender. Un libro para no perdérselo.
29/04/2011


                                                                                                                                                                                Flavio Rodriguez

jueves, 28 de abril de 2011

POEMA "TITERES RUTINARIOS"

Títeres rutinarios

Fines de semana rompen la rutina acumulada
se buscan desarmar los esquemas
de los problemas que nos arrinconan
a tomar decisiones improvisadas llenas de errores

Se abre el telón de otro lunes por la mañana
los aires coloridos toman un tono sepia
mientras en los salones se disimula
el desagrado por la monótona tentación

   Llegan las campanas de salvación
aclamadas por marionetas gritando
a los oídos de la desesperación
en busca de ese inhóspito lugar.

Inspirado por un nuevo despertar
busco despiadado este final
tirando los dados buscando el par
que abra un camino en este interminable mar.
                                                              Sebastian Astorne

YARAVI "POR MÁS QUE QUIERO"

Por más que quiero                          
De la memoria
Borrar la gloria
Qué poseí;

Por todas partes
Cruel me persigue:
Siempre ¡ay de mí!

Procuro en vano
No dar odio
A aquel sentido
Que un día oí

Cuando mi prenda
Juró ser mía
Y me decía
“seré de ti”

Su voz entonces
Fue mi contento
Su juramento
Me hizo feliz

Mas sus recuerdos
Me son mortales
Y entre mil mares
Llegó a gemir

Por qué ha perdido
Su fiel firmeza
Y su promesa
Olvido ruin

Cuando yo fino
Más la quería
Me borró impía
Del pecho vil

Esta inconstancia
Cruel y severa
Calmar debiera
Mi frenesí

Pero solo hace
Que se acreciente
Mi llama ardiente,
¡Llama infeliz!

Amor infame
Dime, hasta cuando
Quieres vil mando
Tener en mí

Borra eso ingrata
Del pecho mío:
                                                                                Mariano Melgar

ANALISIS DE "ÉL CAZABA HALCONES"

El fragmento a analizar en esta ocasión pertenece a la obra “Él cazaba halcones”, del reconocido escritor peruano Javier Arévalo. Este fragmento toma lugar ya avanzada la historia, cerca del clímax de esta.  La obra tiene como trama la búsqueda del padre, pero no desde el punto psicoanalítico de la búsqueda de un padre sentimentalmente perdido, si no la búsqueda literal de un padre secuestrado. El autor, Javier Arévalo Vela, nace en Perú en el año 1965 y tiene otros títulos muy famosos como “El misterio del pollo en la batea” o “Vértigo bajo la luna llena”. En sus interesantes obras podemos ver temas de la realidad.

Se puede intuir que el tema principal es el futuro incierto del “secuestrado” ya que la repulsión que sentían hacia ese sujeto era casi absoluta. Todo esto da vuelta atrás, todo empieza cuando el secuestrado, de nombre Rafael Botija, manda una llamada misteriosa con una amenaza al padre de Gabriel, que para su desdicha no se encuentra, desdicha por la única razón de que la persona que contestó era un “hacker”, es decir, una persona muy bien informada y que sabe usar la tecnología a su conveniencia.
En cuanto al futuro de dicho hombre, ni el lector sabe lo que se espera, puesto que Manuel (el guardaespaldas de Gabriel) hablaba utilizando claves, razón por la cual el estereotipo de persona secuestrada estaba aun más nervioso.
Como subtema encontramos el rencor, sensación que no solo comparten el protagonista y su protector, ya que se encuentra identificado  también Edián, que tiene recuerdos vagos de su infancia, sin embargo tras analizar otro fragmento de la obra nos damos cuenta de que comparte esos sentimientos por la única razón de que cuando el era niño también se llevaron a su padre en medio del bosque y lo dejaron literalmente en la nada.

En cuanto a la forma, se utiliza un narrador homodiegético protagonista en primera persona, pues la historia es relatada por Gabriel Rodríguez, cuyo padre ha sido secuestrado y se encuentra en la constante búsqueda. Este tipo de narrador nos ayuda a ver la historia desde el punto de vista de Gabriel, podemos apreciar sus preocupaciones, angustias y como se sentía en ausencia de su padre. En este fragmento el manejo de tiempo es cronológico lineal, a pesar de que en la obra rebosan las anacronías. En este sucinto fragmento, los hechos acontecen en el auto de Mati, un escenario utilitario, camino a la nada, haciendo tiempo, mirando con desdén al bosque prohibido, que asomaba sus ojos de inseguridad por en puente, que era lo único que unía a los jóvenes intrépidos con el posible paradero de padre de Gabriel. Encontramos una personificación metafórica: “El bosque protegido nos miraba desde el frente”, con esto el autor nos quiere decir que estaban justamente al frente del bosque, probablemente con intención de entrar a buscar al desaparecido ahí. El personaje principal de la obra y del fragmento es Gabriel, un joven de unos 16 años que siempre ha sufrido las consecuencias de tener un padre periodista y conductor de radio, víctima de la opresión de la media. Entre los personajes secundarios del fragmento, encontramos a Manuel, el guardaespaldas de Gabriel; a Mati, quien conducía el auto, Edián, el misterioso chico del halcón, dispuesto a ayudar a Gabriel, y por último a Rafael Botija, el presunto envuelto en la captura del secuestrado. Como personaje en ausencia tenemos a Matías Rodríguez, el secuestrado, a quien están buscando todos y algunas fuentes dicen que se encuentra en el bosque protegido. Como recurso narrativo, encontramos el diálogo, pues el fragmento está constituido por una conversación entre los personajes buscando una dirección en donde se supone está el secuestrado. Se hablan en momentos por códigos para mantener en confidencia esta información. El tipo de lenguaje es plenamente coloquial, informal. No encontramos palabras tan rebuscadas ni refinadas y a pesar de encontrar unas cuantas groserías en el desarrollo de la obra, el lenguaje se mantiene a un nivel coloquial.

En conclusión, toda la obra es muy interesante pues mantiene un suspenso picaresco que deja al lector con ganas de seguir leyendo, tal como me ocurrió. Este fragmento es especial me parece muy importante pues juega un rol esencial en el desarrollo de la historia pues es justo el momento en el cual Gabriel puede obtener una información más específica sobre el paradero de su padre, y es justo el momento en donde empieza la acción de la obra, el clímax. 
Sebastian Astorne.